Arranca 2021 cargado de buenos deseos, y esto, tras dejar atrás un 2020 catastrófico
en el que salvar la vida de las personas y la economía familiar han sido las
prioridades de todos. Pero es curioso, porque apenas 15 días después del
comienzo de este nuevo año, ya nos hemos visto casi obligados a olvidar los buenos
deseos para el año 2021. La tozuda realidad se ha vuelto a “estampar” en
nuestras caras.
Las prórrogas de los ERTES han sido y serán fundamentales para darle
seguridad jurídica a las empresas y un horizonte de estabilidad a la hora de
tomar decisiones. Pero debemos advertir que si de nuevo se vuelve a utilizar
como arma política especulativa para evitar datos negativos de paro o maquillar
la realidad del tejido empresarial, flaco favor le hacemos a las empresas; no
conseguiremos otra cosa que alargar la agonía por falta previsión y dialogo
social.
Inversión pública debe ser fundamental para incentivar la economía y
apuntalar los sectores que más lo necesitan, mantener el empleo y la actividad
económica. Por la situación sanitaria y la crisis derivada del Covid19 hay
sectores muy perjudicados que lo están pasando muy mal y si no les llegan
ayudas directas, incentivos reales y los planes de rescate que tanto se
anuncian no se activan y les dan cobertura a las empresas para que puedan
obtener oxigeno o el panorama que nos espera será muy duro en los próximos
meses.
Las ayudas deben llegar y el dinero debe fluir por las cañerías de la
economía canaria y del Estado en general para que llegue a todos, sin esa agua
pronto se notaran los lamentables efectos de la sequía monetaria en sectores
muy importantes de nuestra economía.
En la actualidad no fluye el crédito y pese a tener el aval del estado
del 75% los créditos de las líneas ICO, no llegaron con la premura y cubrieron
las necesidades por la burocracia y los motivos esgrimidos eran que las
empresas no cumplían con los criterios. Si no necesitáramos dinero seguro que
no lo pediríamos, si no se ayuda a la empresa cuando lo necesita para poder
engrasar la actividad en tiempos de dificultad, sobran las palabras.
Sectores como el comercio, la hostelería, el turismo y los servicios
derivados los están pasando muy mal y durante muchos años han sido el motor que
tiraba de la economía. Ahora cuando la pandemia se ha cebado en nosotros, no
podemos mirar para otro lado y dejarnos tirados en la cuneta, debemos insistir
en las ayudas y ahora más que nunca comprar local, dar valor a lo nuestro y
apoyarnos los unos a los otros. La salvación del sector es la salvación de
cuetos de miles de familias canarias ya que con el mercado turístico cerrado,
no se trata de que puedan entrar o no, se trata de que sus países de origen
están confinados nuevamente y no los dejan salir.
No se trata de buscar culpables, solo de ser conscientes y consecuentes
y que el esfuerzo y sacrificio de cada uno hace que la colectividad avance en
pro de vencer el virus y así recuperar la economía y generar riqueza y empleo
para todos.
La noticia primero y la autorización y suministro de las vacunas que se
están ya distribuyendo entre la ciudadanía nos ha llenado de esperanza y esa
sensación de alegría puede hacer que podamos pensar que ya esté ganado el
partido, pero lamentablemente no es así y siendo optimistas y si todo marcha
sobre lo que se ha pronosticado, nos queda más o menos el mismo tiempo por
pasar que el que ya hemos pasado desde el pasado marzo de 2020, diez meses han
pasado y diez meses más nos quedan por pasar que es cuando se anuncia que serán
las estimaciones más positivas. Ojala que para finales del verano de 2021
estemos llegando al final del trayecto y salvada la salud y la humanidad se salve
la economía. Nunca deberemos bajar la guardia y juntos saldremos adelante.
En este momento deberíamos ser conscientes de que debemos reinventarnos
y no podemos estar esperando a verlas venir. Ya no es hora de lamentarnos por
no haber sido capaces de diversificar nuestra economía, ahora toca trabajar
juntos para lograr diversificarla y que en el futuro posibles crisis puedan ser
menos dañinas si todos los sectores están fortalecidos y asimilan entre todos
los impactos. Ahora toca hacer las cosas bien y apostar por la sostenibilidad y
contribuir al cambio climático, la autosuficiencia. Apostar por la formación y
cualificación de nuestro personal y los idiomas. Ser puerta de entrada y salida
para América, África y Europa. Poner a pensar el modelo de archipiélago que
queremos y no volver a caer en los errores del pasado y volver a apostar por lo
fácil que ha sido el binomio turismo-construcción del siglo pasado que tanto
dinero creo pero que tan poca riqueza genero salvo para unos pocos y que no es
la solución para siglos futuros.
Si queremos que los sectores productivos de Canarias sobrevivan
deberemos apoyarlos y ayudarlos a salir adelante; autónomos, pymes y
microempresas, son los verdaderos creadores de riqueza y empleo en nuestras
islas y si no se las ayuda corremos el riesgo de que su desaparición haga que
se cree más paro y aumenten las cifras de mortalidad empresarial. Si se deja
que se destruya ese tejido productivo, los efectos serán inmediatos sobre
nuestra economía. La inversión posterior para tratar de volver a crearlo será
muy superior a la ayuda que puedan recibir en un rescate directo con ayudas al
funcionamiento o la liquidez, así como incentivos, aplazamientos de impuestos y
condonación de pagos por obligaciones por más grandes que pueden aparecer en la
actualidad, esas cifras macroeconómicas.
Queda mucho por recorrer y será más largo de lo que nos imaginamos pero debemos estar preparados para no desfallecer si queremos ganarle al virus el partido. Este 2021 tiene demasiados retos por conseguir y pese a todo, no nos vamos a rendir
Antonio Luis González Núñez
Presidente de Fedeco Canarias