Comercio resiliente: adaptación y supervivencia
En un mundo como el actual, cada vez más impredecible y volátil, la capacidad de adaptación y resistencia de los negocios se ha convertido en factor crucial para la supervivencia y el éxito. Los “comercios resilientes” son aquellos que logran no solo enfrentar adversidades, sino también salir adelante y prosperar a pesar de ellas. Estos comercios se caracterizan por su capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios, su flexibilidad para modificar estrategias y su fortaleza para superar crisis. Trataremos de enumerar las características esenciales de los comercios resilientes y las estrategias que emplean para mantenerse a flote.
La adaptabilidad es una de las principales características de este tipo de comercios y empresas. Estos negocios son capaces de ajustar sus modelos operativos y estrategias de acuerdo con las circunstancias cambiantes del mercado. Ya sea a través de la diversificación de productos, la adopción de nuevas tecnologías o la modificación de sus canales de venta, buscar dar respuesta a las necesidades cambiantes de sus clientes.
La innovación es otro pilar fundamental. Estos comercios no temen experimentar con nuevas ideas y enfoques. La innovación les permite resolver problemas inmediatos y adelantarse a futuras tendencias y desafíos. Esto incluye desde la adopción de nuevas soluciones tecnológicas avanzadas hasta la creación de nuevos productos y servicios que respondan a las demandas emergentes del mercado.
Saber gestionar el riesgo de manera eficiente es esencial para la resiliencia. Tener planes de contingencia bien desarrollados y constantemente evaluados. Identificando de posibles riesgos, y evaluar su impacto y tomar las decisiones correctas para mitigarlos. Además, mantienen reservas financieras y operativas que les permiten enfrentar situaciones imprevistas sin comprometer su viabilidad a largo plazo.
Los comercios resilientes mantienen un enfoque centrado en el cliente. Comprenden que la lealtad del cliente es vital para la supervivencia durante tiempos difíciles. Estos negocios invierten en comprender las necesidades y expectativas de sus clientes y ajustan sus ofertas y servicios en consecuencia. La comunicación constante y transparente con los clientes también es crucial para mantener la confianza y la lealtad.
El compromiso con la empresa por parte de todos, empleados, empresarios y familia, estando alineados con la misión y los valores de la empresa es clave. Eso implica mayor motivación para afrontar los desafíos. Las empresas resilientes fomentan una cultura de colaboración, innovación y flexibilidad, lo que permite a sus equipos adaptarse rápidamente a los cambios.
Estas empresas tienen denominadores comunes y suelen adoptar estrategias que si las analizamos podemos destacar las siguientes:
Una estrategia muy común es la diversificación de canales de venta. Muchos negocios han ampliado su presencia en internet, creando tiendas virtuales y plataformas de comercio electrónico para llegar a una audiencia mayor. Esta diversificación no solo aumenta las oportunidades de ingresos sino que también reduce la dependencia de un solo canal de venta, lo que puede ser crítico en tiempos de crisis.
Invertir en tecnología es otra estrategia crucial. Las herramientas digitales y las plataformas de automatización pueden mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y proporcionar nuevas formas de interacción con los clientes. La adopción de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el análisis de datos, también pueden ofrecer ventajas competitivas significativas al permitir decisiones informadas y estrategias más ágiles.
Crear alianzas estratégicas fuertes y formar colaboraciones fortalece la resiliencia. Estas asociaciones proporcionan recursos adicionales, acceso a nuevos mercados y la capacidad de compartir riesgos. Las colaboraciones con otras empresas, organizaciones sin fines de lucro o incluso entidades gubernamentales pueden abrir nuevas oportunidades de negocio y proporcionar soporte en momentos de necesidad.
La capacitación y cualificación, así como el desarrollo continuo del personal son esenciales. Un equipo bien formado puede enfrentar desafíos de manera más eficaz y contribuir a la innovación y mejora continua. Los comercios resilientes invierten en el desarrollo de habilidades de sus empleados, promoviendo la capacidad de aprendizaje y la adaptabilidad.
Ejemplos hay en multitud de sectores, desde la alimentación, hasta el comercio minorista o la formación, las tecnológicas, etc. La pandemia nos hizo reinventarnos
La alimentación en pandemia se adaptó, restaurantes y pequeños comercios de alimentación cerraron sus puertas al público. Sin embargo, aquellos que rápidamente adoptaron servicios de entrega a domicilio, pedidos en línea y recogida en el establecimiento pudieron mantener sus operaciones y nivel de ingresos y, en algunos casos, incluso aumentarlos, una vez superado el covid19 esas estrategias y servicios se han normalizado e integrado en la oferta habitual.
Las instituciones y centros formativos que se adaptaron a plataformas de aprendizaje y herramientas digitales siguieron brindando a sus estudiantes la formación y educación habitual en soportes novedosos digitales que han seguido hasta nuestros días.
El comercio minorista siempre ha tenido la virtud de saberse adaptar a las exigencias del mercado y dar respuesta a los clientes y la diversificación de canales de venta, el teletrabajo, la compra online y la entrega a domicilio. En continua innovación aplicando nuevas técnicas y métodos automatizados y tecnológicos que faciliten la experiencia de compra del cliente.
El éxito es el resultado del trabajo, la preparación y adaptación continua, aplicando estrategias innovadoras, asumiendo riesgos, invirtiendo en tecnología y canales de venta, en formación y cualificación del personal, sin dejar nada a la improvisación para poder asegurar que los resultados no son un golpe de suerte, sino fruto del trabajo continuo atendiendo a los clientes en el comercio.
Antonio Luis González Núñez
Presidente de Fedeco Canarias