La Isla Libros se despide tras 48 años de trabajo en los que su principal filosofía fue atender las necesidades de los clientes de la mejor manera posible. Esta noticia nos produce tristeza, porque, una vez más, una empresa familiar tiene que cerrar después de muchos años de esfuerzo, esmero, cariño y profesionalidad.
Sólo podemos expresar nuestro agradecimiento a una empresa que ha luchado por permanecer tras una dura crisis económica. Que se cierren las puertas de una librería tan emblemática no sólo en la capital, sino en toda la isla, significa cerrar las puertas de la cultura, la lectura, la literatura y el conocimiento. Por ello, desde la Federación de Desarrollo Empresarial y Comercial de Canarias queremos agradecer tantos años de trabajo y compromiso con la educación y con la sociedad tinerfeña.
La Isla Libros contó con la visita de varias generaciones, las cuales se llevan un gran recuerdo gracias al asesoramiento técnico de sus fundadores y empleados en las diferentes materias, el trato personalizado y la cercanía que aporta el comercio tradicional. Gracias por apostar por la cultura, la educación y el conocimiento y gracias al buen hacer y a todos los momentos vividos en cada presentación y firmas de libros.
Apostemos por todas esas librerías diseminadas por nuestra geografía que se encuentran abarrotadas de libros y de historias desafiando las leyes de la gravedad, porque una librería no es sólo un pequeño comercio, sino un escaparate de la cultura.
La cultura está en las librerías y, hoy día, que estas se mantengan abiertas es un gran reto dentro de una sociedad que se encuentra con un exceso de información a todos los niveles. Por ello, tenemos un gran trabajo por delante a la hora de transmitir a la sociedad la importancia de la lectura, porque está claro que si la sociedad no lee, las librerías tampoco podrán vender libros en cualquier formato, presente o futuro.
Existe un clima de desánimo generalizado entre el gremio de los libreros de las islas porque no ven futuro en sus negocios. Internet ha transformando nuestras vidas y las ventas por Internet suponen un gran problema para el pequeño comercio en general. En estos últimos tiempos muchos han sido los comercios que se han visto obligados a cerrar sus puertas definitivamente, como ha sucedido con La Isla Libros.
Siempre enviamos el mismo mensaje a las administraciones públicas pero, hoy, más que nunca, reiteramos la necesidad de apoyar al pequeño comercio del Archipiélago, ya que nos encontramos en un momento crucial de transformación donde los comercios tradicionales se tienen que adaptar o estarán abocados a desaparecer.
* Federación de Desarrollo Empresarial y Comercial de Canarias.