La noticia saltaba el pasado 23 de septiembre, o para ser más precisos, se daba a conocer a la opinión pública ese día, el operador Thomas Cook presentaba suspensión pagos. Muchas son las lógicas dudas y cuestiones que se han suscitado estos días y que queremos despejar con el análisis de la situación que no debe dejarnos indiferentes.
Esta compañía, que en lo que llevamos de año trajo a Canarias hasta 2,5 millones de turistas, estaba pasando seria dificultades desde hace más de ocho meses, como así se puede comprobar en la evolución de sus acciones en bolsa. Circunstancia que con total seguridad no pasó desapercibida para los analistas y técnicos turísticos que no supieron o no quisieron poner la voz de alarma con la esperanza de una recuperación de sus activos y compromisos de deuda con las entidades bancarias. Pero ojo, porque esto solo es la punta del iceberg, ya que existen otras compañías de las mismas características y sus filiales, que en la actualidad, también están pasando serios obstáculos y que hasta ahora han logrado solventar sus dificultades económicas gracias a las inyecciones proporcionadas de forma indirecta por algunos estados europeos.
Pero en concreto y en el caso que nos ocupa, Thomas Cook, un fondo de inversión de capital-riesgo chino estuvo negociando con la compañía para la compra de su deuda y reflotarla, pero las negociaciones no dieron los frutos necesarios. Incluso hubo movimientos de importantes empresarios hoteleros, in extremis, para canjear deuda por capital social de la empresa y así aminorar las perdidas y recuperar liquidez. Pero nada de esto sirvió.
Así, todo parece apuntar que tras esta situación se puedan esconder supuestas maniobras especulativas propias de fondos buitres, ejecutando un plan para quiebras, para lograr a precios de saldos, importantes activos de la compañía, comprando por partes y sin ninguna oposición el negocio turístico completo y así en unos pocos meses poder refundar el grupo y liquidar los altos sobrecostes de las plantillas, jubilaciones y despidos, activos no estratégicos, ineficiencias del sistema y con contrataciones más baratas y el terreno despejado, ya sin competidores que a la ley natural de la oferta y la demanda del mercado.
Ya les advertimos antes, que otros operadores no están corriendo mejor suerte, touroperadores y compañías aéreas están en serias dificultades y buscan rentabilidad y liquidez. Tanto Norwegian Air, que ya anuncio hace meses que dejaba de operar en Canarias; como Ryanair que también cierra sus bases operativas en el archipiélago en enero 2020 despidiendo a todo su personal y desviando sus rutas a otros destinos más rentables y competitivos; como TUI, Neckermann, Oger y Bucher reisen que también tienen serias dificultades y en algunos casos, en estos días, han llegado a suspender sus ventas para evitar trasvase de pasajeros y problemas hasta que se aclare el panorama.
Recordar, que mientras en el resto del territorio nacional la temporada alta es en verano, en Canarias comienza el día 1 de noviembre la llegada del mayor número de visitantes, por lo que debemos agilizar las posibles soluciones. Debemos tener en cuenta que una vez se realice la repatriación de los pasajeros que se marchan, no serán reemplazados con nuevos turistas. Se trata por lo tanto de la primera ficha de un efecto dominó de consecuencias, que a día de hoy, son incalculables ya que no se puede determinar a ciencia cierta el verdadero calado de los efectos de esta crisis que acaba de explotar.
Todo el sector turístico se ha sobresaltado por la noticia y ha pedido de inmediato miles de reuniones y planes de acciones y contingencias ante la que se avecina. Desde las patronales turísticas hasta la Organización Mundial de Turismo (AMT) considera necesaria una actuación coordinada y conjunta de todos los agentes públicos y privados que integran el sector, pero nos volvemos a preguntar ¿nadie lo vio venir?
Canarias participa en todas las principales ferias de turismo y las contrataciones se realizan de una temporada para otra con un mínimo de 6 meses de antelación. La salud financiera de esas compañías lleva dando señales de alerta desde hace muchos meses. Algunos de los agentes turísticos en ‘petit comité’ desde el pasado mes mayo ya anunciaban que las contrataciones de esta próxima temporada – otoño/invierno 2020-2021 estaban siendo más flojas y que había una desaceleración importante en el ritmo de contratación de los paquetes turísticos.
Las patronales hoteleras canarias estaban más entretenidas en defender su modelo turístico caduco de negocio frente a la economía colaborativa y en tensar el pulso con el alquiler vacacional y tratar de prohibirlo por todos los medios, siendo turismo complementario, que en tratar de interpretar todas las señales de esta crisis, por lo que no han sabido, no han querido o no han tenido las luces largas puestas para ver venir esta situación alarmante que da como resultado una ‘tormenta perfecta’ que muchos ya anunciaban desde que Inglaterra hace unos años decidiera realizar un referéndum sobre el Brexit y que Alemania confirmara posteriormente hace unos meses con datos económicos que tenía síntomas de una importante desaceleración económica.
Nuestro mercado turístico está más expuesto a los efectos de las economías de esos destinos que de los efectos de nuestra situación económica nacional, por lo que está muy claro que lo que allí ocurra nos afecta directamente.
Sin embargo, no hay mal que por bien no venga o como solemos decir por estas tierras “a mar revuelta ganancia de pescadores”, sobre todo para compañías aéreas como Jet2, y otras, que ya han aprovechado la situación para aumentar las plazas a Canarias más de 80.000 en los próximos meses o como en el caso de Ryanair aumentado los precios de los pasajes del destino y así aumentar su rentabilidad gracias al vacío dejado por Thomas Cook.
¿Soluciones? lo principal es mantener la calma y seguir unidos, promocionar el destino, cuantificar los efectos en el resto de sectores que poco a poco se verán afectados por la crisis en un efecto dominó; taxis, transporte en general, rent a cars, excursiones, restauración, hostelería, comercio, etc.
Sería apropiado con carácter de urgencia una batería de medidas de incentivos desde las distintas administraciones que pasarían por una bajada de las tasas aeroportuarias e intentar ser más competitivos, reducción, exención o eliminación de impuestos directos e indirectos, ampliación de plazos de amortizaciones de vehículos, abaratamiento en los carburantes profesionales, incentivos a la contratación o descuentos en cuotas sociales por mantenimiento de empleo, así como hacer de Canarias un verdadero hub logístico de transporte aeroportuario con la aplicación de “La Quinta Libertad” pero ya no solo a nivel nacional sino internacional poniendo los ojos en el mercado de África y de Latinoamérica.
Frankfurt es el hub mejor conectado del mundo. Le siguen Amsterdam-Schiphol, Paris-Charles de Gaulle, Estambul-Atatürk y Londres-Heathrow, Munich, Moscú-Sheremetevo, Madrid-Barajas, Zurich, Bruselas y Lisboa en Europa; Dallas-Fort Worth, Atlanta, Chicago-O’Hare, Charlotte y Toronto-Pearson, Newark Liberty, Denver, George Bush, Minneapolis-Saint Paul. En China destacan Guangzhou, Shanghai-Pudong, Kunming, Shenzhen y Chengdu, así como el aeropuerto de Changi-Singapur y el Yakarta Soekarno-Hatta de Indonesia, en América Latina, destacan Sao Paulo-Congonhas en Brasil, Bogotá en Colombia y el aeropuerto de Ciudad de México y los de Doha y Dubái. En África destacan los aeropuertos de El Cairo y Sharm el-Sheij en Egipto, los de Johannesburgo y Ciudad del Cabo en Sudáfrica o el de Casablanca en Marruecos.
Todas las crisis, aunque nos afecten de lleno y quiebre nuestro modelo de negocio, ofrecen nuevas oportunidades y cambios importantes que debemos afrontar con perspectivas aunque no estemos preparados para las mismas.
Esperemos que esta crisis sea el punto de inflexión para replantearnos el modelo turístico de Canarias, qué se ha hecho hasta ahora y lo qué debemos planificar para el futuro y las oportunidades de negocio que se abren para nosotros en los próximos años.
No debemos tener miedo ya que otros operadores vendrán, cambiaran las condiciones y nos tendremos que adaptar a la nueva realidad e interactuar por nuestro propio beneficio. Ya tenemos ejemplos de crisis pasadas, y las secuelas son recientes en la memoria colectiva de todos, por lo que no será difícil adaptarnos para sobrevivir.
Hemos tratado de hacer un análisis sobre la situación turística actual y de las derivadas que se esperan en las próximos semanas, desde un enfoque interdisciplinar y aséptico que sirva para arrojar luz sobre las sombras que se ciernen sobre la economía del principal monocultivo de las Islas Canarias que es el turismo, del que dependemos de casi un 65% y del que todos somos parte interesada y en el que todos directa o indirectamente estamos implicados y concienciados porque salga adelante cuanto antes.