EL IPC SE MANTIENE EN CIFRAS NEGATIVAS, COMO CONSECUENCIA DE UNA DEMANDA REDUCIDA Y UNA PÉRDIDA DE VALOR ECONÓMICO DE BIENES Y SERVICIOS
Quinto valor negativo del año y cuatro meses consecutivos en negativo
Madrid, 13 de noviembre de 2014.
El dato del IPC publicado hace unos minutos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al mes de octubre de 2014 indica que la tasa anual aumentó una décima para situarse en el -0,1%, después del -0,2% del mes anterior. Este resultado sitúa a los precios en valores mínimos, en sintonía con una economía que no termina de trasladar a la realidad la incipiente mejor situación que apuntan algunos indicadores económicos.
Y es que ya son catorce meses con valores cercanos al 0 por ciento, cinco valores negativos en el año y cuatro meses consecutivos en índices negativos, lo que hace mantener los factores que originan riesgo de deflación a lo que se une, la caída de la demanda en la Unión Europea.
Para María José Landaburu, Secretaria General de UATAE, “se trata de la quinta tasa negativa de los precios en el presente año, y el cuarto mes consecutivo en valores de precios negativos”. Sin duda, lo preocupante, -añade- es que “los valores mínimos de los precios sean consecuencia de una demanda que aún se mantiene reducida y, por tanto, de una pérdida de valor económico de los bienes y servicios”.
Según Landaburu, “todo indica que este nivel mínimo de los precios, al borde de la deflación, se va a mantener hasta finales de año, especialmente si tenemos en cuenta el estancamiento de las ventas y del empleo en el sector del comercio minorista que reflejaban los datos aportados por el INE”.
María José Landaburu de UATAE considera que “la permanencia durante más de un año de estos valores en el entorno del cero por ciento y en términos negativos indica que la recuperación económica anunciada evoluciona de manera muy lenta, en cuanto a sus efectos sobre la economía real de las personas y que no es descartable, vista la situación en Europa, que sufra un nuevo parón”. Apunta, además que “se mantienen factores de fuerte incertidumbre como la caída de los precios y el estancamiento de las ventas en el comercio minorista, unido a la caída de la demanda en la Unión Europea y las incertidumbres geopolíticas”.
Todo ello a juicio de Landaburu apunta a que “la deflación es un riesgo real que hay que evitar y en ello tienen mucho que decir el Banco Central Europeo. No estamos aun técnicamente en deflación, pero se parece”.
A juicio de Landaburu, “ante las fuertes debilidades e incertidumbres de la economía española, es necesario mejorar las rentas de los españoles, especialmente de pensionistas, asalariados y autónomos, y garantizar el acceso al crédito en mejores condiciones, especialmente de las pequeñas unidades de producción y las familias, para apuntalar el crecimiento de las demanda y la economía, crear empleo y alcanzar unos precios moderados aunque positivos”.