Así de cruda y contundente continúa siendo la pregunta a pesar de la evolución de la campaña de vacunación para combatir la Covid-19. Desde mi punto de vista no debería tener discusión la decisión a tomar en cuenta y no hablo en lo que corresponde a la parte ideológica pero en esta sociedad en la que imperan los dos grandes bloques, el capitalismo y el comunismo, llego a dudar de si esos principios y valores se tendrían que cuestionar ante una situación de crisis sanitaria como la actual.
Es tal el grado de deterioro de nuestra actual sociedad que llegamos incluso a tener dudas al respecto en cuanto a la elección. Con el paso de los años te das cuenta que si no hay salud no se puede disfrutar de nada y no somos conscientes de ello hasta que la perdemos. Con la Covid-19 hemos podido constatar lo frágil que es nuestra sociedad y lo que un simple virus invisible puede ocasionar a la salud y a la economía. Dejando pobreza, paro, pérdidas económicas y vidas humanas por el camino.
Las vacunas están generando expectativas en la sociedad y esperanzas en el tejido económico pero que no es menos cierto que hasta ahora solo están produciendo altísimos beneficios a las farmacéuticas. Es momento de actuar con altitud de miras y no mercadear con la salud.
Debemos aunar esfuerzos y sumar nuestro granito de arena para lograr entre todos salir adelante y combatir todos a una la pandemia mundial, cada uno desde la parcela que le ha tocado defender. Siendo responsables y actuando por el bien común.
En Canarias se viven momentos muy difíciles por los efectos del cero turístico que ha hecho que la economía se resienta y como fichas de dominó vayan cayendo en cascada si no se articulan las medidas económicas necesarias para proteger a las empresas que son las que generan riqueza y crean empleo, se necesita una seguridad jurídica respecto de los ERTES que pueda llegar no hasta Semana Santa ni siquiera hasta el verano, lo que necesitamos es tener claro que mientras la producción de las diferentes vacunas no sean una realidad para cubrir las necesidades de la población mundial y no se recupere el turismo y por ende el resto de sectores productivos imbricados como son comercio, restauración, transportes, ocio, etc… se necesitará de medidas que amortigüen los efectos de la crisis mundial.
Cada vez que se escuchan políticos, de cualquier color e ideología, hablando de miles de millones de euros que llegarán al Mundo, a España o a Canarias para paliar los efectos de la pandemia y así lograr que se mantengan las inversiones y el empleo en los próximos meses, cada vez me suena peor esa cantinela ya que da la sensación de que están en una “Casa de Subastas” a ver quién da más y los ciudadanos cada vez más pobres, más desesperados y más necesitados de tener certezas para el futuro inmediato ya que el largo plazo les queda muy lejos como para preocuparse en estos momentos.
Todos los planes de reconstrucción y reactivación que se planteen son bienvenidos, aunque ya van con retraso. La realidad es que detrás de los titulares debe existir una ficha financiera que los complemente y haga realidad que puedan ser ejecutados con garantías y que sean útiles para todos. Que no se pierdan en la maraña administrativa y burocrática en la que están sumidas las Administraciones y que impide que se apliquen criterios de eficiencia y no se puedan ejecutar determinadas partidas presupuestarias por que el esfuerzo burocrático es titánico y ni la justificación posterior o adelantada hace que se puedan aprovechar esos fondos.
Creo que nadie tiene dudas qué debe ser primero, si economía o salud, pero hay que buscar titulares muy llamativos para lograr captar la atención del lector para trasmitir el mensaje y que no se pierda por la tupida selva en la que se han convertido los canales de comunicación en los que ya nadie sabe qué noticia es verdad o mentira y solo depende del color del cristal con el que se mira para lograr mitigar los efectos de la incertidumbre en la que estamos instalados.
Antonio Luis González Núñez
Presidente de Fedeco Canarias