La pandemia ha traído consigo unas consecuencias realmente desoladoras en cuanto al número de personas que desgraciadamente ya no se encuentran entre nosotros; ha provocado un sisma económico tan solo comparable al crack del 29; nos ha alejado y vaciado las islas de turistas, pero y aunque sea difícil de creer, no todo ha sido malo en lo referente a la Covid19. Algunas actividades han tenido la oportunidad de desarrollarse y salir del retraso y el letargo acumulado, hemos dado un importante salto tecnológico, ya no solo hablamos de tele trabajar sino de actividades que se han digitalizado y se han desarrollo por los efectos derivados del Covid 19.
En el terreno comercial el sector ha tenido que sufrir importantes cambios para adaptarse a la realidad del mercado, cumplir los protocolos y normativas para prestar los servicios con la mayor calidad posible pese a las restricciones y la nueva realidad de cumplir con aforos, hidrogeles, esperas, colas… incluso muchos comercios se han quedado por el camino y no han podido aguantar los terribles efectos económicos derivados de la crisis sanitaria.
Durante todo este tiempo ha surgido una interesante corriente de opinión en nuestra isla entorno al comercio, un movimiento que se ha unido como foro de discusión para poner en común los puntos de vista, los problemas y las necesidades del sector por encima de siglas y credos. Un grupo heterogéneo donde se reúnen todos los presidentes de las organizaciones locales de comerciantes de la isla tinerfeña y están representadas sus distintas sensibilidades.
Nuestra federación es unos de los actores participes de esta entusiasta iniciativa en la que muchos presidentes de las asociaciones integradas participan activamente y dignifican el trabajo por la unidad del comercio y así luchar entre todos por aportar sus granitos de arena para lograr salir cuanto antes de la crisis y reactivar nuestra economía local.
Una iniciativa que pone en valor todo el gran trabajo de las distintas asociaciones de comercio de nuestra isla para con sus asociados, que han perdido de media en torno al 15-25% de su facturación por la pandemia, dando servicios a sus clientes y dejando en evidencia a quienes solo están en el mundo empresarial para el postureo y el cobro de subvenciones de comercio.
El pequeño comercio ha sido crucial en los momentos de pandemia demostrando estar a la altura de las circunstancias, dando respuesta a las necesidades de la sociedad cuando más lo necesitaban en clave de servicio de cercanía y proximidad. Demostrando que el comercio que representa en torno al 21% del empleo y casi el 25% del PIB de nuestra comunidad sigue siendo esencial a la hora de arrimar el hombro para salir cuanto antes de la crisis. Creando riqueza y empleo y ayudando a que en lo más duro de la pandemia a nadie le faltara de nada.
Durante muchos años, el comercio en nuestra isla decidió ir solos para llegar más rápido y ser los primeros para todo, ahora y con el paso del tiempo y la situación económica, ha cambiado el ciclo. Hay otra corriente en la que prefieren ir todos juntos para llegar más lejos. Todavía están a tiempo de decidir donde posicionarse, mantener el “estatus quo” y seguir tensionando el ecosistema comercial, las instituciones y ser el primero en todo pasando por encima de todos o cambiar el chip, dejar el camino libre, retirarse y compartir el camino, dejar de estar enfrentados los unos con los otros y ayudar todos en la misma dirección.
El comercio ya no acepta más personalismos y las nuevas generaciones imponen sus ideas, ritmo y reglas, la tecnología y un nuevo talante lo invade todo; nosotros ya estamos preparados para ese salto generacional de calidad que necesita el comercio para seguir siendo competitivos y queremos ser testigos de los efectos positivos de esa nueva era.
Contamos con el apoyo de todos para lograr que sea una realidad consolidada y pese a las embestidas e intentos de desestabilización, que sean conscientes que no se puede tapar el sol con un dedo y esta revolución imparable es cuestión de tiempo que logre la simpatía y el apoyo de todos para lograr que sea una realidad que la pandemia haya unido al comercio tinerfeño.
Antonio Luis González Núñez
Presidente de Fedeco Canarias