Hace unas semanas leí un artículo con un título similar que se centraba en analizar los efectos económicos y sociales de las decisiones políticas sobre el empleo en Canarias, y me ha hecho reflexionar sobre las verdaderas fuentes de trabajo en el futuro de las que las islas Canarias no pueden, ni deben quedar ajena.
En la actualidad, la relación entre empleo y futuro es cada vez más compleja y crucial. El trabajo no sólo proporciona sustento económico y crea riqueza, sino que influye en nuestra identidad, satisfacción personal y sentido de propósito. Sin embargo, el mundo laboral está experimentando transformaciones significativas impulsadas por avances tecnológicos, cambios demográficos y tendencias socioeconómicas que están dando forma a las tendencias de empleo para el futuro de manera vertiginosa, de las cuales tenemos que aprender, reaprender y adaptarnos.
La automatización de procesos y la inteligencia artificial (IA) son ahora mismo la tendencia más relevante que está transformando la naturaleza de la realidad de muchos trabajos. La IA desempeñará un papel cada vez más importante en la actividad económica, desde la atención médica hasta la logística y distribución, pasando por la seguridad o la conectividad. Esto significará la pérdida de trabajos rutinarios y repetitivos como los conocemos hasta ahora, pero también la creación de nuevas oportunidades de empleabilidad en campos como la programación, el análisis de datos o la ingeniería de IA, entre otras.
La globalización es otra de las tendencias en alza que ha ampliado el alcance y el radio de acción de muchas empresas, pero también ha generado una competencia más intensa por talento y habilidades específicas. Los trabajadores del futuro necesitarán ser más versátiles y saber adaptarse; tener habilidades interculturales y ser capaces de trabajar en entornos remotos y multiculturales. La capacidad de poder comunicarse eficazmente en varios idiomas y de colaborar con equipos multidisciplinares distribuidos geográficamente será fundamental.
El cambio climático y la sostenibilidad también están configurando el panorama laboral del futuro. La creciente conciencia ambiental ha dado lugar a la demanda de profesionales en áreas como las energías renovables, la gestión eficiente de recursos naturales y el diseño ecológico. Los empleos “verdes” y la economía “azul” están en alza y se espera que continúen creciendo a medida que las empresas adopten prácticas más sostenibles y se desarrollen tecnologías limpias.
Además, una de las tendencias positivas que ha tenido la pandemia ha sido el acelerar ciertas tendencias laborales, como el trabajo remoto y la digitalización. Cada vez más empresas están adoptando modelos de trabajo híbridos que combinan la flexibilidad del trabajo remoto y presencial con la colaboración en espacios físicos compartidos.
Esto ha ampliado el acceso a empleos para personas en áreas remotas, ha aumentado la demanda de habilidades digitales y ha cambiado la forma en que se concibe la productividad y la gestión del tiempo en el trabajo.
Sin embargo, estas tendencias también plantean desafíos significativos. La brecha de habilidades se está ampliando, con una demanda creciente de mejoras de conocimientos técnicos, digitales y socioemocionales que muchos trabajadores actuales no poseen. Esto destaca la importancia de la formación continua y el desarrollo de la formación a lo largo de la vida para mantenerse actualizados en un mercado laboral en constante evolución.
Los trabajos físicos y que necesiten una componente manual mecánico-motora no desaparecerán, pero sí quedarán reducidos a los estrictamente necesarios y serán ocupados por quienes no tengan las capacidades y las competencias necesarias para desarrollar otros trabajos.
La protección de los derechos de los trabajadores en un entorno cada vez más automatizado y globalizado que de seguridad laboral es un aspecto importante. La necesidad de políticas laborales sólidas que aborden cuestiones como la reubicación laboral, la capacitación para nuevas habilidades y la protección social se vuelve crucial para garantizar una transición laboral justa y equitativa, sin sobrecargar la presión social actual existente.
Hay grandes oportunidades ilusionantes en el horizonte, pese a los desafíos y amenazas. El emprendimiento y la economía de los agentes libres y autónomos están en auge, ofreciendo la posibilidad de crear sus propios empleos y horarios, ofrecer sus servicios y productos. Las industrias emergentes como la realidad virtual, la biotecnología y la inteligencia artificial están generando nuevas posibilidades de carrera profesional que ni siquiera existían hace unos pocos años, incluso todavía no sabemos los perfiles que se demandarán en el futuro inmediato y de los que tenemos que estar muy pendientes por la oportunidad que significa para la creación de empleo para el mañana.
Es crucial que las administraciones públicas, las empresas y las personas trabajen juntos para abordar los desafíos que surgen y crear un futuro laboral que sea inclusivo, equitativo y sostenible para todos.
Antonio Luis González Núñez
Presidente de Fedeco Canarias