Hemos leído y oído hablar de las múltiples derivadas que tendrán los efectos en economía, comercio, agricultura, política, importaciones y exportaciones, tráfico de mercancías y personas, turismo, etc… tanto sea con acuerdo o sin él, ordenado o desestructurado será traumático para todos.
¿Son conscientes los políticos ingleses de que el Brexit es la mejor solución para todos sus problemas o es la pose y el orgullo el que se antepone al sentido común?
¿Es consiente la ciudadanía británica de que la desafección en la política y su desinterés es lo que los ha llevado a la encrucijada de tener que elegir para avocarlos a llegar a un camino sin retorno del que todos saldremos perjudicados y solo algunos listos se beneficiaran?
De nada sirve todo lo que la humanidad ha evolucionado en estos siglos y lo que como ciudadanos europeos nos une, si no somos capaces de poner en valor todo lo bueno que tenemos y dejamos que unos pocos pongan en riesgo y tiren por los suelos todo lo conseguido.
Dónde están los verdaderos políticos y estrategas británicos, aquellos que le dieron la fama de hombres de estado, dónde están y dónde se esconden ahora y por qué no dan un paso al frente. Su país los necesita y Europa también los necesita, para no tener que asistir a espectáculos de circo en el parlamento británico, ni en las distintas reuniones en las que prefieren buscar el populismo norteamericano de una foto barata a estar a la altura de lo que la historia les tendría deparado para ellos.
Quienes prefieren esquivar a la historia antes de asumir sus responsabilidades y no miden las consecuencias que tendrán para su pueblo no merecen el reconocimiento de sus semejantes.
Siempre hemos sido europeos convencidos y sabemos que poner de acuerdo a tantas personas de tantos países y aunar voluntades exige un esfuerzo mayúsculo en cualquier negociación y más en la UE, pero no debemos dejar de intentarlo hasta el último segundo.
Todos tenemos derecho a discrepar y poder plantear alternativas pero no debemos obcecarnos en nuestras posturas y buscar los puntos de unión para avanzar desde esas posiciones. Una negociación debe ser el tránsito para llegar a puntos de encuentro avanzando en las posiciones y dispuestos a que ambas partes cedan en algo para que se lleguen a acuerdos.
Pero si al final las posturas se enconan, no se llegará a un consenso pero no hacer nada tampoco es la solución. Solo espero, por el bien de todos, que se llegue a una solución negociada pero si las tesis que se imponen al final son las de un Brexit duro que no lo paguen las personas. Porque aunque se imponga un acuerdo sea cual sea este, será complicado de poner en práctica y tendrá multitud de derivadas incontroladas que las terminaran pagando los ciudadanos de ambos lados.
Que la UE sea hábil y no castigue a sus políticos usando a las personas como herramienta arrojadiza, que tengamos amplitud de miras y valoremos el capital humano y la mano de obra, que valoremos los mercados alternativos refugio, y que las guerras comerciales sean para favorecer a los nuestros, para darle negocio y proteger a nuestros agricultores, nuestros comerciales, nuestros industriales y que no sea una coladera para quedar bien con acuerdos para la galería que solo perjudicará a nuestros campos, nuestra industria y nuestro comercio en beneficio de terceros que hacen negocio y obtienen importantes beneficios.
Utilizando el refranero español podemos decir que “A enemigo que huye puente de plata” pero tampoco olvidemos que “Al enemigo ni agua” y en el caso del Brexit creo que muchos deberían pasar sed para recobrar la cordura ya que mientras tanto China y Estados Unidos se frotan las manos y están muy expectantes para sacar rédito de estas peleítas sabaneras europeas venidas a más y auspiciadas por unos artífices irresponsables, con la torpeza de otros, para perjudicar a muchos y en la que se beneficia solo a unos pocos a costa de las personas.